13.6.12

Cruce de géneros

Intervenir con cortes un párrafo de los Fragmentos de un diario de Ricardo Piglia permite obtener versos como estos: “Su imagen en el recuerdo es más nítida/ que la luz de esta lámpara./ Siempre estaba alegre./ Al final leves delirios, divagaba./ Preguntó ¿Qué dice usted?/ y sonrió antes de morir/ Yo no estaba allí./ Oh, madre”. Es evidente que el diario íntimo de un escritor sirve, entre otras cosas, para liberarlo de las limitaciones que le impone su propio género literario. Y así como el narrador Piglia puede ejercitarse en la poesía sin buscarla, también es cierto que la poeta Pizarnik logra encontrarse en su diario con la novela que siempre quiso escribir y no pudo. En el comienzo de Vita Nuova , Dante (para algunos el primer novelista de Occidente) anuncia que va a transcribir fragmentos “del libro de mi memoria”. Lo que resulta es una vertiginosa alternancia de poesía y prosa capaz de traer al presente una vida nueva para la memoria. Así, a la vuelta de aquella hibridación de géneros que proponían las vanguardias, donde la pura igualación a veces borra la riqueza de las diferencias, vale la pena leer lo que el formato del diario –antepasado de los blogs, de Twitter y hasta del mismo Facebook– le aporta hoy a una literatura que no sin razones descree de su eficacia.
Una experiencia inversa a la que intentamos con Piglia nos llevaría, eliminando los cortes de verso en un poema de Laura Wittner, a obtener un fragmento de diario íntimo: “Toda la mañana hasta las 3 el cielo fue de gris a negro, de negro a blanco, a gris. Tragos cortos acompañan la lectura. Un mordisco, una palabra en inglés: substitution. A las 11 un llamado telefónico de cierta trascendencia”. Entonces, con o sin cortes, en prosa o en verso, narradores, poetas y también pintores –Stupía interviniendo el diario de Piglia con los trazos de su propio ritmo subjetivo– buscan liberarse de los estereotipos que les impone lo instituido. Hacer presente esa molestia íntima del sujeto, consignarla día a día y minuto a minuto, es una tarea política que a diario compete a los artistas.

por T. Kamenszain